A menudo cuesta diferenciar, al menos en la teoría, entre parquet y tarima. Vamos a intentar ayudar un poco a disipar dudas con la definición de parquet. El parquet se compone de lamas de madera natural ensambladas y se diferencia de otros tipos de suelos porque tiene una capa superior mínima de 2,5 mm de grosor. Lo normal es que sean de entre 3,5 mm y 4 mm de grosor. Una vez colocado, se acuchilla (se lija) y el resultado es un suelo de tarima de madera natural barnizada, de un aspecto y belleza natural solo comparables al del un auténtico suelo de madera.
El parquet está pensado para aquellas personas que quieren madera natural, pero no desean hacer grandes obras. Está compuesto de varias capas de madera, con un espesor que puede variar entre 11cm de grosor a 15cm según el fabricante.
El parquet es menos resistente que la tarima, ya que este viene terminado con varias capas de barniz y en ocasiones con cera. Por tanto, el parquet es más delicado pero ofrece acabados más elegantes.